“El presidente de la república, teniente general Gustavo Rojas Pinilla, presidió ayer en el puente de Boyacá, con motivo de la efemérides patria, diversos actos que revistieron grande imponencia, y en los cuales participaron la Academia Colombiana de Historia y otras entidades.
LA ALOCUCIÓN; El presidente Rojas Pinilla, pronunció con tal motivo una alocución dirigida a todos los colombianos, Dijo el Señor presidente;
COLOMBIANOS; Hoy hace treinta y cuatro años, en este sitio venerado, se libró la batalla que con el triunfo de las fuerzas patriotas le dio independencia a Colombia, abrió el camino de la libertad a Venezuela, Perú y Bolivia. Desde el monumento que conmemora esta gloriosa epopeya, se ven apacibles las colinas que presenciaron atónitas el empuje arrollador de nuestra infantería, y adormecido el rio que sintió pasar los jinetes que decidieron la victoria, pero aún después de tantos años, el espíritu se sobrecoge de emoción y parece que resonaran aún, en esta silenciosa grandeza, las voces de mando que sellaron nuestra nacionalidad y el grito jubiloso de los soldados que rebosantes de heroísmo, plantaron con eternidades de gloria en este sitio inmortal, la bandera triunfante de la nueva república.
LIBERTAD Y ORDEN
Al traer a la memoria la épica jornada del 7 de agosto de 1819, reviven en todo su esplendor los frutos de libertad y orden que cosecharon las más colombianas y aparece en toda su trascendencia, el movimiento del 13 de junio de 1953, que recuperó las conquistas inmortales, que nuestros antepasados alcanzaron en este legendario sitio del Puente de Boyacá.
TRADICIÓN DEMOCRÁTICA
Todo en este lugar sagrado, contribuye a inspirar un elevado sentido de las responsabilidades patrióticas y a justificar los sacrificios que realicemos para devolverle a Colombia su noble perfil de tierra nacida para los altos empeños espirituales y políticos; de solar de gallardas tradiciones, democráticas, en donde la pacífica convivencia de sus hijos, aparezca la natural consecuencia de la profesión sincera de aquellas normas, que llevaron a nuestros próceres a inmolarse sin que un instante de egoísmo; como pueblo que sabe conservar con orgullo, aquellas virtudes que hicieron posible esta pobreza en que el desinterés, la fe en Dios, el culto a la justicia y a la libertad bien entendida, lograron superar los mayores obstáculos y realizar el milagro de la independencia nacional. GESTA GLORIOSA Cuando a este empeño consagraron sus esfuerzos los fundadores de la nacionalidad, solo pensaron en el bienestar de las generaciones que habrían de sucederles en el tiempo, y en la nobleza de la causa a la cual consagraban sus heroicos sacrificios. A impulso de estas generosas convicciones fue posible ese episodio de gesta, que en el corto espacio de unos años, nos brinda el espectáculo edificante de una porción de adalides que sin recursos materiales, en lucha abierta contra la naturaleza, venciendo hasta la incomprensión de los mismos por cuyo bien trabajaban, va constelando su camino de victoria. LOS PATRIOTAS desde la histórica junta de la aldea de los setenta, en la que desde el plan de operaciones sobre la Nueva Granada, hasta el ascenso de los Andes en un esfuerzo que no ha sido superado por los más audaces caudillos de la historia, una estela de triunfos, señala el paso de los liberadores Paya, Gameza y Pantano de Vargas, son nombres que no pueden ser evocados, sin que un cálido viento de emoción agite el corazón agradecido.
BOLIVAR Y SU OBRA
Y al pisar la misma tierra del Puente de Boyacá y divisar el campo que fue mudo testigo de su abnegación y su denuedo, debemos pensar que la obra sobrehumana realizada por el libertador, no puede ser frustrada, y que las repúblicas que nacieron al amparo de su espada, mantienen el compromiso histórico de ser leales a su pensamiento y de agruparse en torno a su memoria para realizar sus designios americanistas. Hoy mismo, la república de Bolivia aquí representada por su ministro diplomático, ha descubierto una placa que testifica su gratitud al héroe. Y ya que Colombia es poseedora de la última morada de libertador, que significativo seria que las repúblicas bolivarianas levantarán en San Pedro Alejandrino monumentos que perpetúen el agradecimiento que despierta su memoria y los nexos que vinculan y vivifican las ambiciones que nos son comunes. Qué ejemplo más noble podríamos brindar a los pueblos del mundo, que congregarse en el aniversario de su muerte o en el día en que se conmemora un natalicio, representantes de las cinco naciones, para rendirle un homenaje que sería viviente testimonio de solidaridad espiritual y expresión incomparable de fidelidad a sus principios? De este modo lo que fue su sueño, encontraría en el presente una prolongación generosa, y las cultas que amargaron su corazón en las postrimerías de su existencia, serian compensados por este acto de la posterioridad, que es la que en definitiva salda las deudas del balance histórico.
COLOMBIA GRANDE
Aspiramos, a que Colombia vuelva a ser el asiento de una democracia auténtica por el sentido cristiano de la vida, y a que los odios, que procuraron tantas lágrimas sean sustituidas por sentimientos de mutua comprensión que sin impedir a nuestros partidos tradicionales el cumplimiento de sus programas doctrinarios, hagan de la lucha política no una feroz contienda sino una batalla por el predominio de las ideas y por el mejor servicio del país. Aspiramos, a que el pasado de comunes errores nos sirva en el presente para asentar, por obra del reconocimiento de las desdichas que acumularon en la historia nacional, los anchos basamentos en que se alce una Colombia nueva, segura de su destino, justa en sus ambiciones de grandeza, respetada por el decoro de sus gobernantes y digna de sobrevivir por la lealtad a la memoria de sus genitores. Colombianos os invito a (…) tributo de gratitud (…) crear la república (…) Libertador, que aquí vio todos sus sueños de libertad y de justicia, nos fortalezca en esta notoria, por el bien de Colombia a nombres de quienes lucharon. Que la gratitud nacional ha esculpido en el mármol que están en columnas, estén con nosotros, recordar. Y rendir tributo.
Este discurso fue hecho en el puente de Boyacá, para recordar lo que hizo Bolívar en este lugar y la trascendencia histórica y política de este acontecimiento. Hace un llamado a recordar el legado de bolívar y a construir una democracia cristiana.